Un abrazo para Miguel

Pues en efecto Miguel, la primavera quiere brotar definitivamente. Estas mini-flores nacen en una ladera de mi huerto. Están canijas, pero ya crecerán. Alegran la vista y el coranzoncito un poco. Mi higuera se ha helado por completo, siempre fue raquítica, pero este año ha sido el último de su vida. Y ni siquiera puedo escuchar el canto del ruiseñor en Zorita porque la situación no está para ir a quedarse.
Esos nubarrones nos afectan a todos, ya sé que no es consuelo, pero no eres el único que las padece. Forman parte de la vocación de ser padre. Por mucho que hagamos y nos esforcemos siempre les fallaremos en algo. Ellos también, pero la respuesta es todavía más dolorosa: "Pues no haberme tenido, yo no pedí nacer".
Como dicen en la obra de teatro "Criaturas", no hemos elegido a nuestros hijos democráticamente. Pero son los mejores.
Me parece extraordinario que hayas echado mano de estos amigos para quiterte unas penillas. Yo, de una forma o de otra, también lo he hecho.
Pido un abrazo inmenso para nuestro Miguel, que hoy no lo está pasando muy bien. Y otro para Carmen, que también lo necesita.
Y ya de paso, un abrazo muy grande para todos nuestros hijos e hijas.
Abrazotes, Miguel.